La quinoa, la patata, el tomate, el maíz o el chocolate, son alimentos que tienen en común su origen americano. Cuando los europeos llegaron a América descubrieron un nuevo mundo lleno de nuevos productos que enriquecieron su gastronomía. 500 años después, estos productos siguen conquistando los paladares de los europeos y del resto del mundo.
La quinoa o quinua (Chenopodium quinoa), es un pseudocereal que se cultiva en la cordillera de los Andes y ha sido infravalorado hasta hace relativamente poco. Su alto valor nutritivo, debido a su gran contenido en aminoácidos esenciales, ácido grasos esenciales, elementos minerales y oligoelementos, lo han convertido en un producto de moda muy rico en el ámbito de la nutrición.
La quinoa contiene más proteínas y de mayor calidad que ningún otro grano que se cultive hoy en día. Además contiene minerales beneficiosos para la salud, como el calcio, fósforo, magnesio y potasio.
Lo que fuera parte de la dieta elemental de los Incas, hoy en día, y debido a sus grandes propiedades y beneficios, ha pasado a denominarse «Supercereal» o «el alimento de los astronautas«, ya que es utilizado por los astronautas como alimento cuando están en el espacio. Por ello, ha sido definida como la mayor fuente de proteína vegetal y uno de los alimentos más completos y equilibrados del mundo.
El consumo de quinoa es recomendado para fortalecer el organismo y combatir la fatiga y, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura), las semillas, las hojas y los tallos de este pseudocereal curan más de 22 dolencias y afecciones humanas distintas.